sábado, 7 de mayo de 2011

22/11/2008

Al perro mas humano del mundo.

Maldito el dolor,
Maldita frustración,
Maldito lo maldito.
Como duele el corazón.
Te fuiste de mi casa,
Te fuiste de mi vida.
Marcaste un camino, una senda en mi destino.
Sesenta días de la última visita
Y solo compartimos respiros.
Perdón por no haber estado mientras estabas vivo
Más perdón te pido aún por no haber estado en tu despido.
Me llenaste de alegrías, de dolores, de traiciones, de incomprensiones.
Se para el corazón,
Y en un último galope
Tu cabeza da el último golpe.
Tus pulmones un suspiro
Tus ladridos un silencio,
Y la sangre que recorre
Para su recorrido. 
Y tus pupilas agrandadas nos marcaron la verdad.
Te fuiste amigo, te fuiste.
Mi alma se acongoja
Mis lágrimas te reclaman
Mi boca ya te extraña
Mis manos que te aman.
Que estés bien amigo,
Que estés bien.
No te olvides de este ser
Que hoy te escribe estas palabras.
Quien te ama, quien te aclama.
Adiós mi amigo,
Mi dulce
Mi caramelo,
Tu naranja, tu pomelo.
Adiós, hoy no tengo consuelo.

jueves, 5 de mayo de 2011

La ropa que no lucí para ti,
Las medias que quedaron guardadas en el cajón.
Las fotos que no nos sacamos,
Nuestro no viaje por ahí.
Los hijos que no tuvimos, la casa que no compartimos.
Todo eso me recuerda a ti.
Las caricias compartidas, nuestro sexo ruidoso,
Las manos que me acompañaban, los brazos que me acobijaban.
Te extraño amado mío, estés donde estés, por allí.
Todo esto que yo hoy siento, es para ti.
No te olvides de mis besos, que supieron remediarte,
No te olvides de mi cuerpo que también supo cuidarte.
No te demores tanto, que puedo sufrir un rapto.
Sabes que  de momento, por aquí te espero,
Que  tú has sido, mi más grande anhelo.
Todo esto que tú me inspiras,
Todo el llanto que por ti hoy derramo,
No es más que mi trofeo del saber amarte tanto.
No puedo decirte adiós,
No quiero dejarte ir,
¿Es que tú no comprendes que fuiste hecho para mí?
Vuelve pronto, por favor, yo aquí te espero,
Con el alma entre las manos y mi corazón entero.

martes, 3 de mayo de 2011

Autoflagelo

Bajo la divina superficialidad de la vida banal  ella camina cómoda; cuando el nudo de la soga aprieta, la dama acelera su paso.

lunes, 2 de mayo de 2011

A esto le tengo miedo, no al amor.

My Eyes

Ayer vi una peli que llevaba mi nombre.
El marido de la protagonista, le había dicho cuando se conocieron, que no necesitaba ver el firmamento porque en sus ojos podía ver todo el universo. Ella se está quedando ciega, y cuando solo le quedan horas de visión, recuerda estas palabras y se mira al espejo.
Mis ojos no han sido nunca los mismos, y seguirán cambiando conforme sigan pasando mis días. Mucho tiempo, mis ojos devolvieron ante el universo entero un paredón, un murallón tan grande que ni yo misma podía ver mi esencia.
Hoy mis ojos, más vulnerables, desprotegidos, abiertos a la vida misma, me develan amor. Un amor tan grande que llevo contenido adentro, que apabulla a cualquiera que los sepa mirar.  No es amor a alguien o algo en particular, pero descubro que estoy lleno de él. Y sin embargo, esto me entristece.
Hay un patrono dando vueltas por ahí, que dice velar por las causas justas y urgentes e interceder ante Dios por éstas. Claro que me dirigí ante él. Preguntándome a mí misma, me dije ¿qué causa puede ser más justa y urgente que el amor?, por eso me atreví a hacerle mi pedido.
En esto del paso de mis días y las desavenencias de mis ojos, el dolor se ha presentado por mi vida. Un amigo hizo llegarme una frase que dice “Quien no se mueve, no siente las cadenas”. Bueno amigo, todo mi ser siente el peso de sus cadenas.
Bienvenida sea yo a la vida, bienvenidos seas mis ojos al universo entero.
Con ustedes… mi comienzo.